Me gustaría volar en una escoba y danzar con otras brujas paganas en el bosque a la luz de la luna, invocando las fuerzas de la tierra y ahuyentando demonios, quiero convertirme en una vieja sabia, aprender antiguos encantamientos y secretos de curandero. No es poco lo que pretendo. Las hechiceras como los santos, son estrellas solitarias que brillan con luz propia, no dependen de nada ni de nadie, por eso carecen de miedo y pueden lanzarse ciegas al abismo con la certeza de que en vez de estrellarse saldrán volando. Pueden convertirse en pájaros para ver el mundo desde arriba o en gusanos para verlo por dentro, pueden habitar otras dimensiones y viajar a otras galaxias, son navegantes en un océano infinito de conciencia y conocimiento”
Isabel Allende - Paula - 1994
Isabel Allende - Paula - 1994
Antiguamente les decían brujas a las jóvenes y viejas sanadoras. Luego con el devenir del tiempo se las asoció la escoba. El mito cuenta que antes y después de cada rito de sanación, barrían el suelo con un puñado de plantas recojidas por ellas en el bosque y atadas todas juntas por uno de los lados como un ramillete. Así limpiaban de impurezas los lugares y los volvían sangrados.
ResponderEliminarBesitos y bona nit perdiz! A desconectar y a volar en sueños...