Lo que eres me distrae de lo que dices. Lanzas palabras veloces empavesadas de risas, invitándome a ir adonde ellas me lleven. No te atiendo, no las sigo: estoy mirando los labios donde nacieron. Miras de pronto a los lejos. Clavas la mirada allí no sé en qué, y se te dispara a buscarlo ya tu alma afilada, de saeta. Yo no miro adonde miras: yo te estoy viendo mirar. Y cuando deseas algo no pienso en lo que tú quieres, ni lo envidio: es lo de menos. Lo quieres hoy, lo deseas; mañana lo olvidarás por una querencia nueva. No. Te espero más allá de los fines y los términos. En lo que no ha de pasar me quedo, en el puro acto de tu deseo queriéndote. Y no quiero ya otra cosa más que verte a ti querer.
Veo dos lecturas posibles en la frase que has colgado: La primera que me viene a la cabeza es cuando alguien nos quiere hacer creer una cosa que no es. Cuando nos está o engatuzando, o bien, cuando realmente está haciendo de perro ladrador poco mordedor...
Y la segunda cuando oímos en vez de escuchar. Cuando nos escudamos bajo una coraza, donde sólo dejamos ver lo que expresamos y no lo que sentimos... y es que a veces las palabras nos alejan de la esencia. . Nos creemos lo que nos están diciendo, pero no lo que realmente están manifestando.
Lo que eres
ResponderEliminarme distrae de lo que dices.
Lanzas palabras veloces
empavesadas de risas,
invitándome
a ir adonde ellas me lleven.
No te atiendo, no las sigo:
estoy mirando
los labios donde nacieron.
Miras de pronto a los lejos.
Clavas la mirada allí
no sé en qué, y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar.
Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.
En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.
De «La Voz a ti Debida» (1933)
Veo dos lecturas posibles en la frase que has colgado:
ResponderEliminarLa primera que me viene a la cabeza es cuando alguien nos quiere hacer creer una cosa que no es. Cuando nos está o engatuzando, o bien, cuando realmente está haciendo de perro ladrador poco mordedor...
Y la segunda cuando oímos en vez de escuchar. Cuando nos escudamos bajo una coraza, donde sólo dejamos ver lo que expresamos y no lo que sentimos... y es que a veces las palabras nos alejan de la esencia. . Nos creemos lo que nos están diciendo, pero no lo que realmente están manifestando.